EL RETORNO
El Ala del Avión
Después de haber estado cuatro semanas en las familias anfitrionas y los colegios alemanes, el jueves 2 de junio nos encontramos para iniciar nuestro viaje de retorno en el albergue de Stuttgart. Equipados con una balanza de maletas pasamos unas tres horas tratando de llegar a los 23 kilos máximos que son permitidos en los vuelos internacionales.

A las 03:45 de la mañana nos despertamos, empacamos todo en la maleta pequeña, sacamos las maletas grandes y se nos entregó una bolsa con algo de comer y beber para el camino. A las 04:50 nos esperó el bus que nos iba a llevar al aeropuerto de Frankfurt, en donde llegamos a las 07:30. Inmediatamente nos dirigimos al mostrador de KLM para dejar nuestro equipaje grande y nos dirigimos por los controles de seguridad a la sala de espera asignada.


Sentados en el avión para partir se presentó un inconveniente. Un trabajador del aeropuerto había golpeado el ala izquierda del avión con una escalera, por lo que tuvieron que presentarse los ingenieros de seguridad para verificar si se había producido daños en la misma. Finalmente, decidieron que el avión no ofrecía la garantía de seguridad necesaria para despegar.

Empezó un largo día de negociaciones con el único joven que tenía que ofrecer soluciones a los 100 pasajeros, de los cuales algunos desistieron de su vuelo, otros cambiaron de destino y otros se quedaron esperando la salida de este vuelo que nunca se iba a concretar. Nosotros habíamos perdido la conexión en Ámsterdam, así que tratamos de obtener una solución para el grupo. Las conversaciones con el mencionado joven duraron desde las 11:00 de la mañana hasta las 19:00 horas de la noche, cuando finalmente nos ofreció un hotel y el traslado hacia el mismo. En el ínterin nadie se presentó de la aerolínea para ofrecer algo de comer o beber. Los alumnos almorzaron en un restaurante del aeropuerto guardando las boletas para el reclamo posterior.

Conociendo Frankfurt
Era fin de semana largo con excelente clima. Frankfurt reventaba de gente que había llegado para participar de diferentes actividades musicales y artísticas programadas para este fin de semana. El excelente hotel que se nos asignó estaba en una zona céntrica pero también crítica considerando su cercanía a la estación central de trenes que siempre representa un área de gente sin techo y de mal vivir. En grupos de tres como siempre, los chicos se movilizaron al centro de la ciudad, después de haber gozado de un desayuno bufet excelente.

Traté de conseguir el transporte necesario para el día siguiente al aeropuerto ya que nadie se había contactado con nosotros. Durante varias horas contacté diferentes servicios de traslado averiguando precios que oscilaban entre 250 y 600 Euros. Finalmente contraté a una empresa de taxis. En la noche, al pedir el servicio de despertador en la recepción, me informaron que os iban a recoger en un bus a las seis de mañana del día siguiente tendiendo que cancelar inmediatamente el servicio de taxis contratado. A las 20:00 horas de la noche tuvimos la última reunión de coordinación para el día siguiente y nos fuimos a las habitaciones a dormir. Nuevamente nos levantamos temprano a las 05:45 horas y el bus nos llevó a las 06:00 al aeropuerto de Frankfurt.


Falta de Personal
El 5 de junio, casi todos estuvieron puntualmente en la recepción, algunos llegaron un poco tarde y los integrantes de una habitación llegaron casi en piyama al bus, a pesar que se les había despertado cuatro veces. El hotel había preparado pequeños paquetes de alimentación para cada uno. En 15 minutos llegamos al aeropuerto de Frankfurt, nos chequeamos en el mostrador de Lufthansa y pasamos nuevamente por los chequeos de seguridad a la sala de espera.
Abordamos el avión y el piloto nos anunció el tiempo estimado de vuelo a Ámsterdam. Sin embargo, el avión no se puso en marcha. Nuevamente habló el piloto anunciando que, debido a la falta de personal en el aeropuerto, el equipaje no había sido cargado al avión y que esperaba al equipo de trabajadores para realizar esta labor. Nuevamente el tiempo pasaba disminuyendo nuestro tiempo de traslado en Ámsterdam cada vez más. Con media hora de atraso partimos rumbo a Ámsterdam pudiendo hacer la conexión con KLM rumbo a Lima sin mayor inconveniente, pero si con paso acelerado.

Doble para uso triple
A las 18:20 horas del 5 de junio, llegamos a Lima y formamos parte de una cola inmensa de pasajeros que habían llegado de todo el mundo para pasar por el control de Migraciones. Luego seguía la entrega del equipaje en el que lamentablemente no llegaron dos maletas que felizmente las pudieron ubicar por el código en Ámsterdam.
Salimos para poder chequear nuestro equipaje con LATAM. Sin embargo, una representante me informó que esto no se podía hasta las 24:00 horas de la noche por cuestiones de seguridad. Luego de varios reclamos y conversaciones con otros representantes de la aerolínea nos permitieron dejar nuestras maletas grandes. Los chicos luego aprovecharon de comer algo en el aeropuerto y a las 22:00 horas nos dirigimos todos al Hotel “Cuesta del Sol” para descansar en las habitaciones. Poco después de haber subido a sus cuartos me llegaron los reclamos que las supuestas habitaciones triples solo tenían dos camas. Al reclamar esto en recepción me informaron que las habitaciones eran dobles para uso triple, lo cual no entiendo hasta ahora, pues el hecho es que siguen habiendo solo dos camas que los chicos juntaron para dormir.
arequipa
Acostumbrados de levantarnos temprano, el lunes 6 de junio llegamos a las 06:30 al chequeo de seguridad después de haber gozado de un desayuno bufet excelente en el hotel. No todos lo pudieron gozar pues nuevamente algunos se levantaron muy tarde. El avión de LATAM despegó y también aterrizó puntualmente en Arequipa. Nuestro grupo fue recibido por sus familiares en la parte externa del aeropuerto con carteles y globos. El primer TICO anunció que estábamos en AQP.
El viaje había concluido con la esperanza que todos hayan podido aprovechar al máximo del mismo, habiendo vivido una cultura diferente, conocido personas, aprendido mejor el idioma, tenido una experiencia única.
