Como parte del tema de desarrollo sostenible que se trabaja en la asignatura, se estudia los ecosistemas de la región Arequipa y la forma como estos favorecen al desarrollo de una vida balanceada entre la naturaleza y las personas, tomando conciencia además de la flora y fauna que se desarrolla con especies endémicas en peligro de extinción.
Arequipa es la punta del desierto de Atacama, por lo que su territorio es árido y agreste, salvo la ciudad establecida al pie del valle del río Chili, pero en la zona sur de la ciudad, a 15 km, existen pueblos tradicionales como Chihuata, Characato, Pocsi entre otros, que viven de la agricultura en base al agua de manantiales. Esa agua es dosificada durante 10 meses de periodo seco sin lluvias, por un ecosistema de bosques de Queñuales (Polylepis) formado sobre los 4000 metros de altura. Estos formidables árboles se comportan como represas de agua naturales. Lastimosamente, mucha gente no toma conciencia de todo ello y dada las bondades de estos árboles tanto en la solidez de su madera como para hacer leña. Este ha sido depredado pasando de tener una cobertura de 100 mil hectáreas a 4 mil, por ello, ha sido declarado como especie protegida por el gobierno peruano.
Formando la conciencia ambiental de nuestros alumnos, el pasado 31 de octubre los estudiantes de Clase 9 fueron hasta el sector del Simbral en Chiguata, a 4100 metros de altura para que, junto con dos especialistas del SERNAMP, los llevaran hasta los bosques de Queñua en las laderas del Pichu Pichu y puedan ver en directo a estos fabulosos árboles, el ambiente agreste en donde crecen y su capacidad para vivir a esa altura.
